martes, 16 de diciembre de 2014

JOHN B. CLARK

John Bates Clark

Su tesis principal era, que puesto que las diversas rentas, que son los precios de los factores de producción, el nivel de cada uno depende, en situación de competencia, de la productividad marginal de esos factores.
Para estudiar la distribución, Clark se situó en un mundo puramente hipotético, que presentaba tres caracteres principales: 1º la actividad económica se desarrollaba dentro de un marco de apropiación privada, de libertad del trabajo y de intercambio, perfecta movilidad de todos los factores de producción y sus productos; 2º los agentes no eran movidos por sus pasiones, sino que eran perfectamente racionales (homo economicus); y 3º, prescindía provisionalmente del tiempo.
Bates distinguió dos métodos de análisis de los fenómenos económicos, el método estático y el dinámico. El primero, tiene como fin describir el resultado. El capital y el trabajo permanecen fijos en cantidad, los progresos en los métodos de producción se detienen, cesa la inversión de capital y las necesidades de los consumidores no se modifican jamás. El segundo, tiene por objeto el estudio de las fuentes de desequilibrios y de las causas de la amplificación de éstos, hasta que se alcanza un nuevo equilibrio.
John creyó oportuno comenzar el estudio a partir de una situación estática. Pensaba que, si en una economía cualquiera se supone fija la cantidad utilizada de uno de los factores de producción, mientras las cantidades de los demás factores van aumentando, cada una de las nuevas unidades de estos factores produce un rendimiento inferior al de las unidades precedentes.
Al estudiar el nivel de salario, Clark supuso una economía que poseía una masa fija de bienes de capital. A medida que la economía aplicara a la explotación de esos bienes de capital un número creciente de unidades de trabajo, el rendimiento total aumentaría, pero menos que proporcionalmente al número de las unidades empleadas. El rendimiento de cada unidad nueva, sería menor que el de la anterior. La productividad de la última unidad empleada, sería la que determinara el nivel de salario a pagar a esta unidad y a todas las demás. La retribución del capital, también obedecía a la misma ley.
Era posible preguntarse, ¿no perciben una renta diferencial inmerecida, por el hecho que las unidades distintas de la marginal tenían una productividad más fuerte que la de esta? La objeción a esta interrogante fue que, el empresario disponiendo de una masa fija de capital, aplicaba a ella un número creciente de unidades de trabajo, viéndose obligado, a una reorganización de sus talleres a cada nuevo acto de empleo, utilizando de un modo nuevo sus bienes de capital. Como consecuencia, cada una de las unidades de trabajo, antiguas o nuevas, disponían cada vez menos de bienes de capital. Su productividad por ello, iba en disminución; de tal forma que ninguna unidad de trabajo es más productiva que la última empleada y, por tanto, la retribución de todas las unidades por la productividad marginal se ajustaba también a la productividad efectiva de cada una.
En el análisis de la dinámica, esbozada en Distribution of Wealth, Clark solo analizó cinco clases de perturbaciones, artificialmente limitadas: 1º aumento de la población; 2º aumento del capital; 3º modificaciones de la técnica de producción; 4º cambios en el modo de organizar la producción, con vistas a una mayor eficiencia; y 5º, multiplicación y refinamiento progresivo de las necesidades. No precisó en los efectos producidos por estos factores de desequilibrio, pero había asignado los caminos por los que los dinamicistas debían orientarse, como objetos de estudio.






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