MILTON FRIEDMAN
Milton Friedman
Fue el principal representante de la llamada Escuela de Chicago, grupo de economistas que considera que los mercados competitivos libres de la intervención del Estado contribuyen a que el funcionamiento de la economía sea más eficiente.
Milton Friedman inició sus estudios de licenciatura en la Universidad de Rutgers, en la que adquirió conocimientos tanto de matemáticas como de economía. De esta institución se trasladó a la Universidad de Chicago, donde descubrió el intenso ambiente intelectual que se movía en torno al departamento de Economía.
La política económica que los gobiernos occidentales aplicaban al terminar la Segunda Guerra Mundial seguía los criterios de los economistas de la escuela keynesiana, así llamada por su iniciador, el economista británico John Maynard Keynes. Para los keynesianos, el Estado debe dirigir la economía, y de hecho ha de ser uno de los principales inversores, para asegurar a la población unos bienes mínimos que permitan mantener un elevado ritmo de consumo. De esta forma, el consumo anima la producción, con lo cual el crecimiento económico debería ser continuo y se prevendrían las grandes recesiones. Friedman criticó estas teorías y consideró que su aplicación en Estados Unidos terminaría con el llamado sueño americano.
A diferencia del keynesianismo, las teorías económicas de la Escuela de Chicago, o Escuela Neocuantitativa, se basaban en la reivindicación del liberalismo neoclásico de Adam Smith. Sostenían que el mercado es la única fuente de riqueza. Los beneficios de las empresas serían los únicos generadores del crecimiento económico, que, según ellos, se produciría sólo cuando el mercado pudiese funcionar con total libertad. Desde este punto de vista, el Estado no sólo debería dejar de ejercer un papel principal como inversor, sino que debería animar a los particulares a invertir, para lo cual debería rebajar los impuestos, pues éstos retraen la inversión y disminuyen los beneficios.
Friedman criticó el gran tamaño adquirido por el sector público en los países occidentales, denunciando la distorsión que la intervención estatal introduce en el funcionamiento de los mercados. Propuso desmontar el Estado de bienestar y dejar que actúen libremente las leyes de la oferta y la demanda, volviendo a la pureza original del sistema que definiera Adam Smith. Recuperando viejas ideas, actualizó la teoría cuantitativa de la moneda, denunciando los efectos inflacionistas de las políticas expansivas keynesianas. Sin embargo, defendió al mismo tiempo medidas de protección contra la pobreza, como un impuesto sobre la renta con tramos negativos para los ciudadanos de menores ingresos.
La principal novedad que aportó la llamada Escuela de Chicago radicó en la importancia que daba a la influencia de la masa monetaria en el crecimiento económico. Considerando la economía como una ciencia empírica, Milton Friedman y Anna Schwartz, en su libro Historia monetaria de los Estados Unidos, trataron de demostrar que la rápida expansión de la masa monetaria es la causa de la inflación, mientras que una brusca retención es la causa principal de las crisis más profundas. A partir de esta aportación se concluía que el papel del Estado en la economía debe limitarse al control de la masa monetaria en circulación.
Otras obras destacadas de Friedman, en las que expuso sus teorías económicas, son Una teoría de la función del consumo (1957), Dinero y desarrollo económico (1973) y Teoría de los precios (1976). Escribió además varias obras divulgativas escritas en colaboración con su mujer (Capitalismo y libertad, 1962; Libertad de elegir, 1980).
“Sólo el gobierno es capaz de
coger un papel perfectamente bueno, cubrirlo con tinta perfectamente buena y
hacer una combinación absolutamente banal.”
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